Si me hubieran enseñado a soltar amarras. Marina Hidalgo.

SI ME HUBIERAN ENSEÑADO A SOLTAR AMARRAS Si me hubieran explicado que los atardeceres caducan, que los coches más potentes contaminan, que las llamas se enfrían hasta congelar el alma, que las canciones que nos mostraron el mundo hoy se versionan con sintetizadores, que el dinero llama al dinero, que lo que tienes es lo que vales. Si me hubieran explicado que el amor es como la nicotina y que a veces es mejor dejarlo antes de cogerlo … Que el corazón se arruga con el trato. Que a veces sí es tarde aunque la dicha sea buena. Que la cama de noventa tiene más éxito que la de uno cincuenta. Que lo mejor de la lluvia es el Arco Iris, aunque el verde sea vejiga y casi nunca esperanza. Que dos veces no sé viene a ser un NO rotundo. Que siempre no es continuamente, aunque siempre esté continuamente grabado en los anillos. Que somos tan compatibles como zapatos de tacón sobre cuestas empedradas … Si en vez de amar a destajo me hubieran enseñado a soltar amarras … Si pudiera resolver hoy todo lo que debo dejar para mañana, no llevaría sobre mi espalda el peso atroz de esta gran montaña. (Marina Hidalgo) Fábula, revista literaria Nº 20. Verano de 2007   …………………………………………………………………………………………………………………………… No he podido resistirme a responder al reflejo de la montaña, que a mí se  me antoja como una Copa llena de cosas blancas y negras, alegres o triste, pero una copa siempre llena. El problema es que yo no se escribir poemas, aunque me alimente de ellos aun así lo que sigue es lo quería decir: …………………………………………………………………………………………………………………………..   Si me hubieran explicado que de pronto alguien te sonríe y todo vale la pena. Que el azar tiene su tiempo y cuando toca, todo encaja. Que las cosas que quieres te eligen y No al revés. Que cuando te regalan una mirada, te rescatan de  los corazones anónimos y pasas a tener nombre propio. Que  hay un cielo   que cambia el  color, sin que le demos  cuerda. Que las flores están aunque lo   olvidemos.  Que hay estrellas ahí arriba,  y son milagro constante. Que no hay  dos sin tres y no siempre es tan malo.   Que las pétreas Matemáticas a   veces se equivocan y uno más uno se  vuelve uno,  si se sabe  compartir.  Que las palabras pueden cambian   el color de las cosas, y la  esperanza no es mala.   Si me hubieran dicho que un grano podrido  no es una cosecha arruinada,   cuando se sabe discernir  o que  un día nublado no amarga un  verano. Que los telediarios nos hacen sonreír en el fondo, si las tragedias son  la excepción y no al revés. Si hubiera aprendido que tener no es ser feliz, sino crecer y disfrutar del camino. Que vivir siempre merece la pena si lo sabes  interpretar o que los sueños no garantizan nada, sólo la oportunidad y unas alas para volar  Y que perder, no les quita   mérito, si los supiste disfrutar Si hubiera aprendido antes todo esto, no habría sido distinto, me llamaría igual, pero sí sería consciente, y eso hace que todo cambie, porque mirar la copa vacía o llena no afecta al contenido.     (Viento 2008)